23 de enero de 2007

Amarrado




Amarrado
Por Estanislao Zaborowski


I

No basta la aguja en el pajar
ni el centro, ni la mesa, ni el manjar

No basta la escarapela en la solapa
ni el cielo ni la nube que lo tapa

No basta un abrazo partido
ni el recuerdo del sepia adormecido

No basta el guiño de un amigo
ni la noche de invierno con abrigo

II

No basta con sentirme realizado
ni el éxito con festejo exagerado

No basta la mirada fija en el futuro
ni cruzar el rio, ni escalar el muro

No basta el pecho hinchado, la frente erguida
ni escalones a dos trancos sin resbalo ni caída

No basta el lúgubre quejido de carencia
ni curar la herida que sangra de impaciencia

III

No basta tu perfida ignorancia
ni la misma cena que sabe a rancia

No basta tu olvido subrayado
ni la hoja, ni el margen del pasado

No basta el firme paso acelerado
ni las esquinas que lloran "cerrado"

No basta la misa ni el confeso
ni el pecado, ni la angustia, ni el rezo

IV

No basta la difusa lejanía
ni el veneno dulce fermento de agonía

No basta la fecha que remarca el calendario
ni los meses escondido en el armario

No basta el sol ni el aire puro
ni olvidar al niño que juega maduro

No basta que otro hombre respire a tu lado
ni soltar la cadena que me tiene amarrado.

22 de enero de 2007

Edgar Allan Poe // Biografía


Escritor, poeta y crítico estadounidense, más conocido como el primer maestro del relato corto, en especial de terror y misterio. Nació en Boston el 19 de enero de 1809. Sus padres, actores de teatro itinerantes, murieron siendo él niño, y fue criado por John Allan, un hombre de negocios rico de Richmond (Virginia), que probablemente fue su padrino. A los seis años viajó con la familia Allan a Inglaterra donde ingresó en un internado privado. Después de regresar a Estados Unidos en 1820 siguió estudiando en centros privados y asistió a la universidad de Virginia durante un año, pero en 1827 su padre adoptivo, disgustado por la afición del joven a la bebida y al juego, se negó a pagar sus deudas y le obligó a trabajar como empleado. Contrariando la voluntad de Allan, Poe abandonó su nuevo trabajo, que detestaba, y viajó a Boston donde publicó anónimamente su primer libro, Tamerlán y otros poemas (1827). Poco después se alistó en el ejército, en el que permaneció dos años.

En 1829 apareció su segundo libro de poemas, Al Aaraf, y se reconcilió con Allan, que le consiguió un cargo en la Academia militar, pero a los pocos meses fue despedido por negligencia en el deber; su padre adoptivo le repudió para siempre. Al año siguiente de publicar su tercer libro, Poemas (1831), se trasladó a Baltimore, donde vivió con su tía y una sobrina de 11 años, Virginia Clemm. En 1832, su cuento 'Manuscrito encontrado en una botella' ganó un concurso patrocinado por el Baltimore Saturday Visitor. De 1835 a 1837 fue redactor de Southern Baltimore Messenger. En 1836 se casó con su joven sobrina y durante la década siguiente, gran parte de la cual fue desgraciada a causa de la larga enfermedad de Virginia, Poe trabajó como redactor para varias revistas en Filadelfia y Nueva York.
Entre la producción poética de Poe destacan una docena de poemas por su impecable construcción literaria y por sus ritmos y temas obsesivos.
Poe obtiene cierto éxito por sus obras, aunque nunca el que un caballero del sur hubiese deseado, ya que las grandes editoriales, alentadas por sus importantes (importantísimos en aquellos tiempos) enemigos le cerraban las puertas. Se valió de sus armas de periodista, y junto a los artículos, las revistas que dirigía (en varias ocasiones fue editor, ya bien detentase el cargo o no) publicaban sus poemas. «El Cuervo» fue la primera obra en obtener un éxito sólo a partir de la publicación en los diarios y revistas literarias.

En 'El cuervo' (1845), por ejemplo, el autor se siente abrumado por la melancolía y los augurios de la muerte. Su dominio extraordinario del ritmo y el sonido es particularmente evidente en 'Las campanas' (1849), un poema que evoca el repique de los instrumentos metálicos, y 'El durmiente' (1831), que produce un estado de somnolencia. 'Lenore' (1831) y 'Annabel Lee' (1849) son elegías a la muerte de una hermosa joven. Su obra poética refleja la influencia de poetas ingleses como Milton, Keats, Shelley y Coleridge, y su interés romántico por lo oculto y lo diabólico, al estilo del español Gustavo Adolfo Bécquer.
Su obra más perfecta (o al menos la que el mismo Poe tenía en más alta estima) es «Eureka», poema cósmico escrito en prosa con un sátiro tiralíneas. Aquí encuentran cabida todas las obsesiones científico-metafísicas del autor y tiene lugar lo que cualquier poeta ha pretendido alguna vez: organizar su cosmos poético. «Eureka» es un ensayo de la inspiración, o una inspiración con forma de ensayo: No... O sí. Es la obra más personal, ya que las preocupaciones matemáticas y poéticas por fin tienen consonancia. Hay diálogos con Aristótoles y fórmulas de Kepler, y la palabra, al fin, toma forma mediante la combinación (muy en la línea cabalística) de las letras y sus sonidos. El cosmos de un hombre que recompone el mundo, un Prometeo jugando con su destino, tentando la justicia divina. Como diría Nietzsche: Humano, demasiado humano.
Su trabajo como redactor consistió en buena parte en reseñar libros, escribiendo un significativo número de críticas. Sus ensayos se hicieron famosos por su sarcasmo, ingenio y exposición de pretensiones literarias; son valoraciones que han resistido el paso del tiempo situándole entre los mejores críticos literarios estadounidenses. Sus teorías sobre la naturaleza de la ficción y, en particular, sus ensayos sobre el cuento, han tenido una influencia duradera en escritores americanos y europeos.

Poe quiso ser poeta, pero la necesidad económica le obligó a abordar el relativamente beneficioso género de la prosa. Cierto o no que inventase el cuento, fue quien inició la novela policiaca. Quizá su relato más famoso en este género sea 'El escarabajo de oro' (1843), que trata de la búsqueda de un tesoro enterrado. 'Los crímenes de la calle Morgue' (1841), 'El misterio de Marie Rogêt' (1842-1843) y 'La carta robada' (1844) están considerados como los predecesores de la moderna novela de misterio o policiaca.

Además de su soberbia construcción argumental, la mayoría de sus cuentos sobresalen por la morbidez de su inventiva. Destacan 'La caída de la casa Usher' (1839), en el que tanto el argumento como los personajes acentúan la penetrante melancolía de su atmósfera; 'El pozo y el péndulo' (1842) es un escalofriante relato de crueldad y tortura; en 'El corazón delator' (1843) un maníaco asesino es impelido por su inconsciente a confesar su culpa, y 'El barril del amontillado' (1846), es un relato estremecedor de venganza. En 1847 falleció su mujer y él mismo cayó enfermo; su desastrosa adicción al alcohol y su supuesto consumo de drogas, atestiguado por sus contemporáneos, pudo contribuir a su temprana muerte en Baltimore, el 7 de octubre de 1849.

20 de enero de 2007




El Cuervo
Edgar Allan Poe

Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

18 de enero de 2007

Al Yayo



Al Yayo
Por Estanislao Zaborowski

Con andar lento
sus canas al viento
el perfil atento
construyendo el cimiento

Con alegre desparpajo
el tímido relajo
el guiño con atajo
comienza desde abajo

Con sonrisa contagiosa
donde la mueca reposa
aquella anécdota famosa
relata como si tal cosa

Con su genio intacto
muy sensible al tacto
conmigo cierra el pacto
con un abrazo en el acto

Con su mirada de abuelo
derretía el duro hielo
de niño comprendí su vuelo
aunque no cese el llanto del anhelo

16 de enero de 2007

Se viene el sexto capítulo!!










Confesó Isabelita: ¿Hay internet en la celda?

Fumó Osho: El enigma es a mi espíritu lo que la mermelada a la tostada. (¿?)


Intriga.Pasión.Suspenso.Romance Viví la aventura!!Falta muy poco para el sexto capítulo de Un Enigma Oriental!!!

¿¿Te lo vas a perder??

Un Día // Alfonsina Storni


UN DIA

ANDAS por esos mundos como yo; no me digas
Que no existes, existes, nos hemos de encontrar;
No nos conoceremos, disfrazados y torpes,
Por los anchos caminos echaremos a andar.

No nos conoceremos, distantes uno de otro
Sentirás mis suspiros y te oiré suspirar.
¿Dónde estará la boca, la boca que suspira?
Diremos, el camino volviendo a desandar.

Quizá nos encontremos frente a frente algún día,
Quizá nuestros disfraces nos logremos quitar.
Y ahora me pregunto... Cuando ocurra, si ocurre,
¿Sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar?

9 de enero de 2007

Deseos de ti


Deseos de ti
Por Estanislao Zaborowski

Deseos de ti
de sentirte cerca
de observarte en plenitud
de desnudar tu virtud

Sed de ti
de beber tus labios
de rozar tu piel
de saciarme en tu miel

Lagrimas de ti
en mis húmedas manos
de mejillas recorridas
de tristezas vividas

Morirme de ti
perderme sin tu camino
no sobrevivir sin tu amor
acostumbrándome al dolor

8 de enero de 2007

Fedor Dostoievski // Biografía


Novelista ruso, uno de los más importantes de la literatura universal, que escudriñó hasta el fondo de la mente y el corazón humanos, y cuya obra narrativa ejerció una profunda influencia en todos los ámbitos de la cultura moderna. Nació en Moscú el 11 de noviembre de 1821. Su infancia fue bastante triste y, cuando contaba sólo diecisiete años, su padre, que era un médico retirado del ejército, le envió a la Academia Militar de San Petersburgo. Pero los estudios técnicos le aburrían y, al graduarse, decidió dedicarse a la literatura.
En 1837 muere de una tisis galopante la madre de Dostoievsky, el 27 de febrero, a la edad de 37 años. En mayo, Fedor y Mijaíl ingresan en la Escuela de Ingenieros Militares, en San Petersburgo, entrando con problemas debido a la inmediatez de los exámenes de ingreso. Mijaíl es rechazado por motivos de salud, y Fedor es aceptado aunque sin beca. Lleva una vida solitaria, refugiado en la literatura. El 1 de julio se retira su padre a sus posesiones, en medio de una considerable precariedad económica. Allí, debido a su carácter y a su alcoholismo, se gana el odio de sus siervos.
En 1844, Balzac visita San Petersburgo, y Dostoievski concibe la idea de traducir Eugénie Grandet para saldar una deuda de 300 rublos con un usurero. Esta traducción despertará su vocación, y poco después de terminarla pide la excedencia del ejército con la idea de dedicarse exclusivamente a la literatura. El 30 de septiembre, poco antes de recibir la orden de excedencia, escribe a su hermano diciéndole que está acabando una novela. En noviembre, termina Pobres Gentes, aunque luego vendrán numerosos retoques y pulimentos.
Su primera novela, Pobres gentes (1846), la desgraciada historia de amor de un humilde funcionario estatal, recibió buenas críticas por su tratamiento favorable de los pobres, víctimas de sus terribles circunstancias. El libro era bastante novedoso, pues añadía la dimensión psicológica a la puramente narrativa, en su análisis de los conflictos del protagonista observándolos desde su propio interior. En su siguiente novela, El doble (1846), y en otros trece esbozos y cuentos que escribió durante los siguientes tres años, el autor ruso continuó explorando las humillaciones y el consecuente comportamiento de los desheredados. En 1849, su carrera literaria quedó fatalmente interrumpida. Se había unido a un grupo de jóvenes intelectuales que leían y debatían las teorías de escritores socialistas franceses, por aquel entonces prohibidos en la Rusia zarista. En sus reuniones secretas se infiltró un informador de la policía, y todo el grupo fue detenido y enviado a la prisión. En diciembre de 1849 se les condujo a un lugar en que debían ser fusilados pero, en el último momento, se les conmutó la pena máxima por otra de exilio. Dostoievski fue sentenciado a cuatro años de trabajos forzosos en Siberia y a servir a su país, posteriormente, como soldado raso. Las tensiones de ese periodo
se materializaron en una epilepsia, que sufriría durante el resto de su vida.
Durante el período entre 1848 y 1850, el amor propio de Dostoievski se duele por la dura crítica de Belinski, y concibe una obra más ambiciosa, otra novela. Así, empieza a escribir Niétochska Nezvánova, publicándola, a medida que la crea en, Apuntes Patrios. Sin embargo, la redacción queda inconclusa: se produce, el 23 de abril, la detención de Dostoievski por pertenencia a grupos socialistas. Dostoievsky acabará Niétochska Nezvánova en 1860, sometiendo la idea principal a un cambio importante. De los 123 detenidos del círculo socialista de Petrashevski, 21, entre ellos Dostoievski, son condenados a muerte. tras ocho meses de reclusión en la fortaleza de Pedro y Pablo, son conducidos frente al pelotón. Ya estaban lo tres primeros reos vendados y ante el pelotón, cuando llegó la conmutación de las penas por otras de prisión y trabajos forzados. A Dostoievski le tocó 4 años de trabajos forzados en la penitenciaría de Omsk y la sucesiva incorporación a filas como soldado raso. Ingresó en el penal el 23 de enero de 1850.
En febrero de 1854 concluye la condena, que, con todo lo acontecido anteriormente, ha significado una marca que llevará toda su vida y le afectará en muchos aspectos. Ingresa, según dictaba la pena, en el 7º batallón de Semipalatinsk como soldado raso. Allí, sin embargo, y a pesar de que el ambiente no es mejor que en penal, puede escribir y leer, y se pone manos a la obra a recuperar tiempo perdido y a ponerse al día en la actualidad literaria. A medida que pasa el tiempo se la van abriendo las puertas de los alrededores y se va relajando su régimen, hasta que llega a tener una habitación propia en donde, de noche, puede escribir. Frecuenta una casa de un funcionario de aduanas tuberculoso y alcohólico, Isáev, de cuya mujer se enamora con pasión Dostoievski
En Memorias de la casa muerta (1862), publicada en Vremya (Tiempo), la revista que él mismo fundó en 1861, Dostoievski describió con todo detalle el sadismo, las condiciones infrahumanas y la falta total de privacidad entre los presos, resultado de su experiencia puesto que en la cárcel le habían tratado a él, 'un caballero', con desprecio. En él también se produjo un cambio espiritual y psicológico. Sus lecturas de aquel periodo, limitadas a la Biblia, le empujaron a rechazar el ateísmo socialista, de inspiración occidental, que había practicado en su juventud. Las enseñanzas de Jesucristo se convirtieron en la suprema confirmación de las ideas éticas y de la posibilidad de la salvación a través del sufrimiento. La brutalidad de los delincuentes, salpicada a veces por gestos de valentía y generosidad, y por sentimientos nobles, le ayudaron a profundizar en su conocimiento de la complejidad del espíritu humano. Liberado en 1854, se le envió a una guarnición militar en Mongolia, donde transcurrió los siguientes cinco años hasta que recibió permiso para regresar a San Petersburgo, en compañía de una viuda aquejada de tuberculosis, con la que se había casado y que no le hizo feliz.
Al regresar a San Petersburgo, Dostoievski retomó su carrera literaria, lanzando una publicación mensual en colaboración con su hermano Mijáil, llamada Vremya (Tiempo). En ella publicó, en capítulos, Memorias de la casa muerta, al igual que Humillados y ofendidos (1861). En esta melodramática historia, muy apreciada por los lectores debido a su compasivo tratamiento de los desheredados, el autor ruso presenta por primera vez el tema de la redención y del logro de la felicidad a través del sufrimiento. Su primer viaje al extranjero, un deseo que había acariciado desde mucho tiempo atrás, quedó reflejado en Notas de invierno sobre impresiones de verano (1863), ensayo en el cual describe la mecánica monotonía de la cultura de la Europa occidental.
Cuando la revista fue cerrada, por un artículo supuestamente subversivo que se publicó en ella, los dos hermanos se embarcaron, en 1864, en el proyecto de Época (Epoja) otra revista de corta vida. En ella se publicó el comienzo de la única novela filosófica de Dostoievski, Memorias del subsuelo (1864). Esta obra, considerada como el prólogo a las obras mayores de su autor, es un autoflagelante monólogo en el que el narrador, un rebelde contrario al materialismo y al conformismo imperantes en la sociedad, constituye el primero de los antihéroes enajenados de toda la historia de la literatura moderna. Tras la larga enfermedad y muerte de su mujer en 1864, y la de su hermano, cuyas deudas financieras se vio obligado a pagar, quedó prácticamente en la ruina. A cambio de un préstamo, se comprometió con un poco escrupuloso editor a cederle todos los derechos de sus obras si no le entregaba una novela completa en el plazo de un año. Dos meses antes de cumplirse ese plazo, le presentó El jugador (1866), basada en su propia pasión por la ruleta. Para transcribir esta novela había contratado los servicios de una mecanógrafa, Anna Snitkina, con la que se casaría poco después, y con la que alcanzaría felicidad y satisfacción.
Dostoievski se pasó los siguientes años fuera del país, para escapar de los acreedores. Fueron años de pobreza, pero de gran creatividad. Durante este periodo, consiguió finalizar Crimen y castigo (1866), que había comenzado antes que El jugador, y Los endemoniados (1871-1872). Cuando regresó a Rusia, en 1873, había obtenido ya el reconocimiento internacional.

Su última novela, Los hermanos Karamazov (1880), la completó poco antes de su muerte, acaecida el 9 de febrero de 1881 en San Petersburgo. Sobre estas cuatro últimas novelas, en las que Dostoievski traslada a sus narraciones los problemas morales y políticos que le preocupan, descansa el reconocimiento universal. En Crimen y castigo, probablemente su mejor novela, un estudiante pobre, Raskolnikov, asesina y roba a una vieja avara a la que considera un parásito, con el fin de destruir esa vida que le parece miserable y salvar la de sus familiares, sumidos en la indigencia. Atormentado por su culpa y su aislamiento, termina por confesar y por redimirse espiritualmente. El tema principal de esta novela es un análisis sobre si un ser, que se ve como un individuo extraordinario, tiene derecho a quebrantar el orden moral. En cambio, el protagonista de otra de sus novelas, El idiota, es un personaje mesiánico, concebido por el autor como el paradigma del hombre bueno.

El príncipe Mishkin irradia sinceridad, compasión y humildad, y se convierte en un defensor público de estas virtudes, pero es derrotado finalmente por sus propios odios y deseos. Los endemoniados es una novela sobre un grupo de conspiradores revolucionarios que usan tácticas terroristas para conquistar sus metas. El protagonista, Stavrogin, es un personaje demoníaco y autodestructivo, con una ilimitada inclinación hacia la crueldad. Los hermanos Karamazov, considerada como una de las grandes obras maestras de la literatura universal, constituye la expresión artística más poderosa de la habilidad de Dostoievski para traducir a palabras sus análisis psicológicos y sus puntos de vista filosóficos. La gran aportación de Dostoievski a la literatura universal consistió en dar un nuevo enfoque a la novela según el cual el narrador ya no está fuera de la obra relatando acontecimientos más o menos ajenos a él, sino que su presencia se manifiesta con voz propia, como si de otro personaje se tratara.
En 1871, aparece Los Demonios. Estando en Dresde, les nace a la pareja un nuevo hijo: Lubov. Katkov, con la promesa de una nueva novela, les adelanta 500 rublos para volver a Moscú, cosa que hacen en julio. Al poco tiempo les nace un nuevo hijo, a quien llaman esta vez Fiodor. A la vuelta les asaltan los acreedores, a quien de nuevo hace frente Ana, poniendo orden. A su regreso, Dostoievsky, que ahora goza de gran prestigio, participa activamente en la vida social e intelectual de la época.
En 1873, pasa a ser director de El Ciudadano, una revista reaccionaria; en el contrato se impone una condición: que una parte esté dedicada al Diario de un Escritor. Esto le llevará a una dura polémica con los sectores demócratas del país. En Diario de un Escritor manifiesta abiertamente, entre otras cosas, sus ideas ahora reaccionarias. Sin embargo, las contradicciones -quizás aparentes- de Dostoievsky son algo perfectamente reconocido, y a la vez que manifiesta la consigna oficial "autocracia, religión ortodoxa y espíritu nacional", manifiesta también una gran consciencia social y una gran consciencia humana.
En 1881, muere Fedor Mijáilovich Dostoievski el 28 de enero.

Cuando tengas frio // Joaquin Sabina


Usa mi llave cuando tengas frio
cuando te deje el cierzo en la estacada
hazle un corte de mangas al hastío
ven a verme si estás desencontrada

No tengo para darte más que huesos
por un tubo y un salmo estilo Apeles
y páginas anémicas de besos
y un cubo de basura con papeles

Ni me siento culpable de tu lejos
ni dejo de fruncir los entrecejos
que usurpan de tus ojos la alegría

Si quieres enemigos ya los tienes
pero si socios buscas¿Cuando vienes
a repartir conmigo la poesía?

3 de enero de 2007

Guy de Maupassant // Biografía


Autor francés considerado como uno de los grandes maestros del relato breve de la literatura universal. Nació en el Château de Miromesnil, en Normandía el 5 de Agosto de 1850. Estudió en Yvetot y Ruán. Durante su juventud fue miembro de un grupo literario surgido en torno al célebre novelista Gustave Flaubert, que era íntimo amigo de la familia. Fue el propio Flaubert quien formó a Maupassant en el arte de la creación literaria. La primera obra importante de Maupassant fue el relato breve Bola de sebo (1880), incluido en el volumen Las veladas de Médan y considerado su obra maestra en ese género. En los 13 años siguientes escribió más de doscientos relatos, entre los que destacan Mademoiselle Fifi (1882) y el famoso El miedo (1884). La obra de Maupassant se caracteriza por sus variaciones sobre el tema de la crueldad humana, su realismo y su estilo sencillo. Maupassant es también autor de tres colecciones de recuerdos de viajes y seis novelas: Una vida (1883), que narra la enternecedora historia de las desventuras de una mujer casada; Bel Ami (1885), basada en el personaje de un periodista sin escrúpulos; Los dos hermanos (1888), La mano izquierda (1889) y Nuestro corazón (1890).
La infancia de Guy se vio entristecida por las continuas disputas entre un padre disoluto y violento y una madre neurótica. Su padre era un cabeza hueca y un mariposón. Traicionaba a su mujer a mansalva. En 1856 nace Hervé (Tanto Guy como su hermano más joven, Hervé, heredaron una enfermedad de origen venéreo que les conduciría a ambos a a la locura y a la muerte). La maternidad recompensó en parte a la señora Maupassant de sus diferencias conyugales que culminaron en la separación en 1862.


En 1859 y 1860, realizó sus estudios en el Liceo Napoleón, en el colegio eclesiástico de Yvetot, de donde fue expulsado, y finalmente en el Liceo de Rouen, donde el joven Maupassant mantuvo una relación epistolar con Louis Bouilhet, gran amigo de Flaubert. Estudios, vagabundeos y borracheras, lecturas y descubrimientos. La adolescencia del escritor estuvo conformada por estas fecundas contradicciones y por la presencia imperiosa de una madre que acababa de separarse del marido. Poco a poco, Flaubert representará en la imaginación del adolescente y más tarde, del escritor, el papel de padre. Fue precisamente este último quien le corrigió las primeras poesías y los primeros cuentos enseñándole el arte de escribir.

Maupassant fue llamado a las armas y hubo de participar en la guerra franco-prusiana. Tras su regreso a la vida civil, en 1872, trabajó como empleado en el ministerio de Marina. La vida de oscuro funcionario y la atmósfera kafkiana del ministerio le inspirarán una de sus obras maestras: L'Heritage. Repartía su tiempo libre entre la creación literaria bajo la guía de Flaubert, amigo de su madre, y las excursiones a lo largo del Sena en compañía de jovencitas fáciles y remeros.
En 1876 y merced al padrinazgo de Flaubert, Maupassant comienza a colaborar en diversos periódicos y revistas con el seudónimo de Guy de Valmont. Se hace construir una casa donde fueron representadas privadamente algunas de las obras de teatro que escribió en esta época.


Su debut literario está ligado al relato Bola de sebo (Boule de suif, 1880), aparecido en el volumen Las veladas de Médan (Les soirées de Médan), especie de manifiesto del naturalismo, que reunía cuentos sobre el tema de la guerra de 1870 escritos por varios escritores que constituían el llamado grupo Médan, dirigido por Emile Zola y frecuentado por J.-K. Huysmans, Paul Alexis, León Hennique y Henry Céard. Maupassant hizo alarde en él de su talento de narrador gracias a una aguda capacidad de observación; fustigaba con violencia satírica a pequeños y grandes burgueses, desenmascarados en su bellaquería por la guerra; y presentaba con una dureza grotesca el penoso sacrificio de una prostituta inmolada al pudor de las damas y a a la oración de dos monjas.
Lógicamente se había establecido que el relato de Zola tuviera prioridad sobre los demás. Maupassant fue el último en leer su relato. Apenas acabada la lectura, le aclamaron a coro y en un impulso de entusiasmo, típicamente francés, le proclamaron maestro.
Cursiosamente casi nadie, a simple vista, había intuido el genio de Maupassant; Zola contó a Frank Harris que en la época de Las veladas de Médan nadie esperaba nada de él.
El exito es inmediato. Maupassant entra en la vida literaria como un meteoro.

Así lo describe su amigo Frank Harris cuando lo conoció en 1881: " Maupassant no parecía un hombre genial. Apenas de estatura media, era robustísimo y guapo; la frente alta y cuadrada, el perfil griego, la mandíbula fuerte y sin dureza, los ojos gris-azulados profundamente hundidos, el bigote y el pelo casi negros. Tenía modales perfectos, pero al primer momento parecía reservado y poco propenso a hablar de sí mismo o de sus obras..."

En 1881 vio la luz su primer volumen de relatos, La casa Tellier (La maison Tellier), seguido por Mademoiselle Fifí (Mademoiselle Fifi, 1882) y luego por novelas de gran éxito: Una vida (Une vie, 1883), delicada trama narrativa centrada en un aspecto femenino de ascendencia flaubertiana,y Bel Ami (1885), que explota el tema del arribismo social a través del periodismo y las mujeres para condenar políticamente el mundo de las altas finanzas especulador y colonialista. El éxito obtenido con sus primeras obras le permitió no sólo vivir de la pluma, sino también poder realizar sus sueños: el lujo, la inagotable actividad amatoria, los largos y solitarios viajes por mar en su yate Bel Ami y el ingreso en la buena sociedad de Cannes y de Paris, donde se ganó una fama de seductor inveterado. Curiosamente estaba más orgulloso de sus empresas amorosas que de sus obras literarias: "¿Quién puede preveer si mis historias sobrevivirán? ¿Quién puede saberlo? Hoy te consideran un gran hombre y la próxima generación te tira al mar. La gloria es cuestión de suerte, una jugada a los dados, mientras el amor es una sensación nueva arrancada a la nada".
Era deportivo, practicaba el piragüismo y estaba orgulloso de su fuerza. Solía decir: "Dentro del buen animal encontramos al buen hombre". Su vigor físico era increíble y aseguraba que después de un día de piragüismo por el Sena, todavía podía remar la noche entera. Le atraían los ejercicios violentos aún cuando llevara la peor parte.

Con la publicación de Mademoiselle Fiif, Maupassant se convierte en el escritor de moda, lo que hoy llamaríamos un autor de best-sellers, y sus derechos de autor le proporcionan muy buenos ingresos, y, en el giro de unos años, una verdadera fortuna: tiene por esos años un piso en París -más un picadero para encuentros clandestinos con mujeres-, una casa de campo en Etretat y un par de residencias en la Costa Azul, amén de su yate Bel Ami. Son también años de frecuentes viajes -Italia, Africa, Inglaterra...

En 1883 nace su primer hijo, fruto de sus relaciones con Joséphine Litzelmann. Guy tendría otros dos hijos con la joven, pero nunca quiso reconocerlos, aunque sentía por ellos mucho cariño y siempre se preocupó de atender a sus necesidades materiales.


Hacia el final de su vida, la adulación de la aristocracia le confirió un ligero tinte de esnobismo y dice la leyenda que en el interior de su sombrero sus iniciales iban presididas por una corona de marqués y que ni siquiera tenía derecho a la preposición con la que hizo preceder siempre su apellido.

Su actividad literaria, por otra parte, no conoció desmayos. De 1887 es "Mont-Oriol", de 1888 "Pierre et Jean", análisis psicológico de una pareja de hermanos divididos repentinamente por una herencia y por el descubrimiento de su origen adúltero. En 1889 apareció "Fuerte como la muerte". Mientras tanto se había ido sucediendo una ininterrumpida producción de relatos, en la que brilla mejor la perspicacia estilística de Maupassant (aparte de las recopilaciones citadas, merecen ser recordadas: Miss Harriet, 1884; Las hermanas Rondoli, 1884; Claro de luna, 1884; Tonio, 1885; Cuentos del día y de la noche, 1885; Monsierur Parent; 1886; El horla, 1887; La mano izquierda, 1889 Nuestro corazón, 1890.
En el final de su carrera, una buena cantidad de cuentos está inspirada por la idea fija del suicidio, la obsesión de lo invisible, la angustia. Ya había cumplido con negar a la Providencia y considerar a Dios como "ignorante de todo lo que hace". También había cumplido con describir una ruta de pesimismo, diciendo que el Universo es un desencadenamiento de fuerzas ciegas y desconocidas, y que "el hombre es una bestia escasamente superior a las demás"-El pesimista Maupassant acentúo para sus últimos años la hostilidad hacia los demás y terminó consumido en una soledad que solamente lo nutrió de fantasías como "El miedo". Este y otros cuentos escritos en lo últimos años de su vida, los tomaron los psiquiatras como fieles testimonios de su progresiva locura. Cuentos de terror y angustia como El miedo, demostraron no sólo a los psiquiatras que Maupassant era todo un maestro de cuentos fantásticos, haciendo recordar la grandeza de Edgar Allan Poe.

La noche del 1 de enero de 1892, intentó por tres veces abrirse la garganta con un coraplumas de metal. Sus amigos y el fiel Françoise Tassart, lo trasladaron a París; allí fue internado el 7 de enero en la clínica del doctor Blanche, donde moriría al cabo de dieciocho meses -el 6 de julio de 1893-, periodo que transcurrió en una incosnciencia casi total, aunque con periódicas crisis violentas que obligaban a los enfermeros a ponerle la camisa de fuerza.